"Lo que estamos haciendo es acercar la potencia de computación que tenemos en un centro de datos tradicional a donde se genera la información y los datos. Normalmente, cuando utilizamos nuestros dispositivos, los datos viajan a un servidor en algún lugar lejano. La información se procesa y luego se nos devuelve.
A mayor distancia, mayor latencia, y eso realmente dificulta la experiencia de usuario. Los servidores de borde (edge) permiten que el procesamiento de datos se realice cerca, lo que nos brinda una baja latencia.
Los servidores tradicionales están diseñados para funcionar en un centro de datos, lo que significa que hay un entorno controlado y una temperatura controlada. Lenovo e Intel colaboraron muy estrechamente en el diseño de algunos de los servidores más pequeños y resistentes que pueden funcionar en los días cálidos de Barcelona en verano, así como en las noches frías y húmedas del invierno. Podemos distribuir la capacidad de la red, lo que agrega más capacidad cuando hay más usuarios".