¿Cuál es el mejor monitor para juegos?
Los aficionados a juegos de PC son muy exigentes respecto de los monitores. Los juegos son visualmente muy complejos, por lo que, para una experiencia en juegos verdaderamente realista, es importante que la pantalla sea grande y de alta resolución. Es fundamental contar con procesadores gráficos (GPU) sumamente avanzados, capaces de procesar los rápidos cambios de imagen para evitar la alteración de la calidad. Y al ser los juegos tan competitivos, una mínima cuestión de incompatibilidad técnica de monitor podría costarle al jugador su vida virtual.
Esta sección de preguntas frecuentes aborda algunos de los factores más importantes a tener en cuenta al momento de adquirir un monitor para juegos. Es especialmente útil para quienes no tienen experiencia en monitores para juegos.
¿Qué debemos tener en cuenta al momento de adquirir un monitor para juegos?
Hay varios factores a considerar antes de adquirir un monitor para juegos.
¿En qué podría afectar el rendimiento del juego?
Con tanta acción centrada en el controlador o teclado en manos del jugador, es probable que pase inadvertido el hecho de que cada movimiento de muñeca y dedos es accionado casi completamente por lo que se puede ver en pantalla. Si la pantalla se congela o se produce un salto en un momento crítico, o si la imagen se borronea justo cuando se necesita ajustar la puntería con máxima precisión, el jugador podría quedar rápidamente fuera de juego.
Principales especificaciones de monitores para juegos
Hay cuatro especificaciones básicas que resultan de especial interés para jugadores:
Resolución de pantalla
Cabe aclarar que no es esencial contar con un monitor de resolución ultra-alta para disfrutar de los mejores juegos. Cualquier monitor HD estándar (720p) bastaría, pero la mayoría de los jugadores prefieren una resolución mínima de Full HD (1080p) para mayor claridad y precisión, entre otras mejoras. También se cuenta con monitores para juegos con resoluciones QHD (1440p) y UHD (2160p), pero deben complementarse con GPU avanzadas para aprovechar al máximo semejante nivel de resolución.
Frecuencia de actualización
Para juegos en general, la frecuencia de actualización mínima debería ser de 60 Hz. Por frecuencia de actualización se entiende la rapidez con la que la pantalla puede cambiar el color de un píxel. Claro que una frecuencia de 120 Hz es mucho mejor para jugadores de nivel competitivo, especialmente para juegos en 3D.
También hay modelos de 144 Hz que muchos jugadores prefieren no solo por la frecuencia algo más veloz, sino porque también potencian al máximo la capacidad de actualización de las conexiones DVI-D para video de 1080p, una combinación comúnmente utilizada. Incluso hay monitores con frecuencias de actualización de 240 Hz, cuya utilidad es tema de debate entre jugadores. Están los que valoran ese nivel extra de precisión y los que se conforman con los 120 Hz o 144 Hz, considerándolos más que suficientes para sus juegos.
Tiempo de respuesta
Cualquier monitor estándar con un tiempo de respuesta en el rango de los 6 a 8 ms sería suficiente. Por tiempo de respuesta se entiende el tiempo que lleva de pasar de una imagen estática a otra. Los jugadores suelen buscar opciones con tiempos de respuesta de menos de 5 ms. Hay modelos con tiempos de respuesta de hasta 1 ms, ideales para los jugadores más exigentes, pero muy costosos.
Opciones de conexión
A menos que estés comprando un set de monitor y game box o PC, las conexiones de tu monitor deberán coincidir con las salidas del sistema con el que cuentes. Las opciones más comunes, que varían según el fabricante, son HDMI, DVI-D y DisplayPort. También se está ofreciendo una opción multifunción más nueva –USB Type-C (USB-C)– compatible con los formatos anteriores que no requiere adaptadores.
Soluciones para evitar cortes y retrasos
Hay dos cuestiones de rendimiento típicas que a los jugadores los sacan de quicio:
- Los cortes
Se dan cuando en un mismo cuadro se ven partes de dos o más cuadros diferentes. Los cortes suelen producirse cuando la velocidad de cuadros por segundo cae por debajo de los 60 FPS, velocidad estándar y mínima requerida para que la acción se vea sin alteraciones en pantalla. - Los retrasos
La generación de cuadros nuevos suele verse alterada por una representación gráfica ralentizada, entre otros problemas de procesamiento, pero el monitor continúa actualizando a la frecuencia estándar, con cuadros que parecen repetirse o saltearse. A esto hacemos referencia con "retrasos".
Por lo general, los cortes y retrasos disminuyen cuando la frecuencia de actualización de la pantalla aumenta, pero el problema persiste aun en modelos de actualización rápida. Para ayudar a resolver este problema, se han diseñado soluciones de sincronización adaptativa, como AMD FreeSync y Nvidia G-Sync. En pocas palabras, estas tecnologías "obligan" a los monitores a adaptar al instante su frecuencia de actualización y otros parámetros en base al rendimiento de la GPU, en lugar de actualizar con la frecuencia estándar, lo que podría ocasionar alteraciones visuales.
No obstante, cabe aclarar que FreeSync y G-Sync son exclusivas de las GPU de sus fabricantes. De modo que si adquieres un nuevo monitor para integrarlo a tu sistema de PC actual, asegúrate de que la tecnología de sincronización que elijas sea compatible con la GPU AMD o Nvidia que estés utilizando.
Otras características a tener en cuenta a la hora de adquirir un monitor para gaming
Además de las cuatro categorías de especificaciones clave descriptas anteriormente –resolución, frecuencia de actualización, tiempo de respuesta y opciones de conexión–, hay otras características que deben considerarse al momento de decidir la compra de un monitor para juegos:
- lto rango dinámico (HDR)
Últimamente se han lanzado al mercado varios modelos de monitores equipados con la tecnología HDR (alto rango dinámico). Los monitores HDR muestran muchas más sombras y tonos de colores gracias a su matriz de colores de 10 bits, en lugar de la de 8, que ya de por sí era todo un avance respecto de los modelos anteriores de monitores de colores de 6 bits. - Bases ergonómicas
Los jugadores suelen pasar largas horas frente a sus pantallas, por lo que es importante que cuenten con un monitor ergonómico y sumamente adaptable en altura, inclinación y orientación –derecha/izquierda y horizontal/vertical. - Sin bordes
Para quienes prefieren disfrutar del juego en configuraciones de varios monitores, las pantallas sin bordes –también conocidas como de bisel delgado o sin marco–, pueden resultar muy útiles, ya que, por lo general, no tienen bisel plástico en tres de sus lados, y algunas en ninguna de los cuatro. - Confort visual
Los monitores con certificación TUV Eye Comfort garantizan luz azul e intermitencia minimizadas, ángulos de visión lo suficientemente amplios y un diseño ergonómico adaptable a cualquier posición que ayude a reducir el reflejo y el resplandor. - Cámaras web y altavoces
La mayoría de los jugadores que se toman más en serio la cuestión ya han invertido en cámaras web y altavoces externos. No obstante, este tipo de dispositivos no alteran la calidad de los monitores en los que vienen incorporados, y los monitores con conector de salida de audio ofrecen un método alternativo para la conexión de altavoces externos.